Fotos: Un día en Patronato

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De árabes a coreanos

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Al caminar por las calles de Patronato se pueden encontrar muchas tiendas con nombres extraños como Dong Chang, O’nny, Casa Yong, Mo gyl Mo, Mina. Pero al mirar al interior de las tiendas se entiende el por qué del nombre: son locales de coreanos. No hay sólo un local coreano por cuadra, es más de cada 5 tiendas se podría decir que tres o cuatro son de coreanos. Pero ¿por qué ahora das un paso y hay un coreano? ¿Qué paso con el antiguo monopolio árabe en esta zona?


La Historia

La historia de Patronato como barrio comercial partió con la llegada de los árabes a nuestro país en 1890. Estos se situaron en la llamada Chimba (“del otro lado del río” en quechua), ahora conocida como Patronato y no fue por azar que decidieron instalarse ahí, sino porque era un lugar céntrico y porque el precio de los terrenos eran muy bajos. Así, asentados ya en el lugar, comenzaron a instalar locales comerciales que a la vez les servían de viviendas.

Con el pasar del tiempo, Patronato se comenzó a llenar de árabes y de tiendas principalmente relacionadas con lo textil. Fue una época de apogeo para estos inmigrantes. Pero nadie se imaginaba que llegaría más competencia.

En la década de los ochenta se produjo una inmigración, pero esta vez coreana, que trajo consigo una desestabilización del mercado que Patronato había mantenido hasta ese tiempo y esto se debía principalmente a los bajos precios.

Pero esa desestabilización no sólo produjo consecuencias en ese momento, sino que todavía existe una pugna en el comercio y las ventas. Tanto comerciantes chilenos como árabes se las han ingeniado para hacerle frente a esta arma poderosa de los coreanos: los precios bajos gracias a la importación.


Los árabes

En la actualidad siguen las tiendas de árabes, pero ya no son muchas, sólo una que otra con autoadhesivos en las vitrinas que dicen "Palestina ama la paz".

Un ejemplo de persistencia en Patronato es César Majluf es un árabe que ha tenido la misma tienda por diez años. En su tienda hay ropa infantil para niña y a un precio muy bajo, de hecho tiene una caja la cual dice “ofertas” y en la que los precios son de $1900 pesos.

Cesar comenta: “Yo creo que decir que el monopolio árabe fue destituido por el coreano son especulaciones, porque los árabes aún tenemos el poder de nuestras tiendas. No podemos negar que nos han afectado sus precios más bajos, de hecho muchos de mis amigos árabes han tenido que cambiar de rubro, porque no pueden competir con sus precios. Pero todavía seguimos algunos y lo hemos hecho inteligentemente: nosotros les compramos algunos productos como telas a los coreanos, así me he mantenido yo y otros amigos que trabajan en Patronato”.


Los coreanos

Al caminar por Santa Filomena y parar frente a la tienda “Importadora Zhang” se puede observar una masa de gente amontonada en unos cajones que dicen “chalas a $1500 pesos”, los vendedores son chilenos, pero en una esquina, casi a la salida del local, se ve sentado un coreano. Una señora mayor se le acerca y le pregunta: "¿si no le queda bien a mi nieta la puedo cambiar?". El coreano la queda mirando y no le responde. De nuevo la anciana pregunta: "¿puedo cambiarla si no le queda bien?". Y el coreano mirándola fijamente sólo mueve su cabeza afirmando.

Es verdad quizás sigan las tiendas de árabes, pero claramente ya no representan el monopolio que en un tiempo tuvieron. Como comenta Marta vendedora de una tienda de ropa: “Yo creo que los árabes no son ni la mitad de los coreanos que hay aquí. Es verdad que antes los árabes eran los que dominaban las ventas, pero ahora la delantera la llevan los coreanos y es imposible que los chilenos o los árabes podamos alcanzarlos porque sus precios son muy bajos”.

El ejemplo de las chalas a mil quinientos pesos es la muestra de lo que convirtió y seguirá convirtiendo a los coreanos en los líderes de las ventas. Si los comerciantes no quieren perder sus tiendas, quizás tengan que hacer lo mismo que hizo César y no competir con ellos, sino unírseles.